Algunos Hombres Nacen Con Buena Suerte

Eso es lo que dicen, al menos. Y si eso es cierto, entonces seguramente Pedro debe haber sido uno de ellos.

Desde el momento en que nació, todo pareció ir según Pedro. Nació en una familia adinerada, con padres y hermanos amorosos. Estaba dotado de inteligencia, buena apariencia y atletismo. Destacó en la escuela y los deportes y siempre fue popular entre sus compañeros.

Cuando Pedro se graduó de la universidad, consiguió un trabajo bien remunerado en una empresa prestigiosa. Rápidamente ascendió de rango y, cuando tenía poco más de 30 años, era vicepresidente.

La vida personal de Pedro fue tan exitosa como su vida profesional. Se casó con una mujer hermosa e inteligente y tuvieron dos hijos sanos. Vivían en una casa hermosa y conducían autos caros.

Pedro tenía todo lo que podía pedir. Era sano, rico y feliz. Era la encarnación viva del sueño americano.

Pero un día, a Pedro se le acabó la suerte.

Una tarde, volvía a casa desde el trabajo cuando lo atropelló un conductor ebrio. Pedro resultó gravemente herido y pasó varias semanas en el hospital. Se recuperó por completo, pero el accidente lo dejó con una cojera permanente.

El accidente de Pedro también tuvo un profundo impacto en su carrera. Ya no podía viajar tanto como antes y se perdió varios ascensos clave. Como resultado, su salario se estancó y su carrera se estancó.

La vida personal de Pedro también se vio afectada. Su esposa se sintió resentida por su discapacidad y finalmente se divorciaron. Perdió la custodia de sus hijos y se vio obligado a mudarse a un pequeño apartamento.

La buena suerte de Pedro lo había abandonado y ahora le correspondía recoger los pedazos de su vida rota.

Pero Pedro era un luchador. Se negó a darse por vencido. Encontró un nuevo trabajo y poco a poco empezó a reconstruir su vida. Finalmente se volvió a casar y tuvo un tercer hijo.

Pedro todavía cojea y ya no es tan rico como solía ser. Pero él está feliz. Tiene una familia cariñosa y está agradecido por la segunda oportunidad que le han brindado.

La historia de Pedro es un recordatorio de que la buena suerte no dura para siempre. En algún momento, todo el mundo experimenta reveses y decepciones. Pero es importante recordar que incluso cuando las cosas se ponen difíciles, siempre hay esperanza. Con trabajo duro y determinación es posible superar cualquier obstáculo y alcanzar tus sueños.

Comments